miércoles, 1 de agosto de 2012

1er TÓPICO: SOBRE LA ADMISIÓN DE ALUMNOS EN LOS COLEGIOS CONCERTADOS


Es frecuente escuchar o leer en los medios de información que los Centros Educativos Concertados seleccionan al alumnado, de modo que los alumnos problemáticos van a parar a la Pública. Incluso hay quien halla en esta aseveración un argumento para justificar los mejores resultados obtenidos en las pruebas PISA por los alumnos procedentes de la Concertada. Las estadísticas muestran que ha ido en aumento el porcentaje de alumnos inmigrantes que estudian en centros públicos. El siguiente gráfico muestra dicha evolución. Mientras en el curso 1996-97 el 73% de los inmigrantes estudiaban en un colegio público (frente al 27% restante que lo hacía en uno concertado), en 2007-08 el porcentaje se había elevado hasta el 82%. Esta proporción se ha mantenido estable desde entonces. Por el contrario, la población autóctona ha ido disminuyendo su presencia en la Pública desde el 69,5% en 1996-97 hasta el 81,9% de 2010-11 (Fuente: Ministerio de Educación).



¿Es cierto el tópico? ¿Selecciona la Educación Concertada a sus alumnos?

Rotundamente, no.

En primer lugar, la selección del alumnado se basa en los mismos criterios para todos los colegios e institutos sostenidos con fondos públicos, es decir, para la Enseñanza Pública y Concertada. Ambos regímenes se rigen por las mismas leyes y normas. Para aquellos que no conozcan el procedimiento, lo explico brevemente. Cuando un niño/a quiere acceder al sistema educativo, debe rellenar una solicitud y entregarla en el colegio de su preferencia. Todos los solicitantes son baremados y las plazas se adjudican en función de la puntuación obtenida. En caso de que la demanda supere la oferta, los empates se resuelven por sorteo: se elige al azar una letra del abecedario y el orden ascendente o descendente.

En el año escolar 2012-13, los aspectos puntuados en Andalucía fueron los siguientes (este enlace lleva a una aplicación que calcula baremos):
  1. Hermanos matriculados en el centro: 13 ptos.
  2. Proximidad del domicilio laboral o familiar: 14 ptos si está en el área de influencia del centro y 8 ptos si está en áreas limítrofes. La ciudad se divide en áreas. Si el colegio está en tu área, obtienes la máxima puntuación. La división de las áreas corresponde a la Delegación Educativa. Se desconocen los criterios que se siguen y pueden cambiar de un año para otro. En caso de consignar el domicilio laboral en lugar del familiar, puntúa 12 ptos y 6 ptos respectivamente.
  3. Renta anual de la unidad familiar: 2 ptos para las rentas más bajas y 0 ptos para las que superen en 1.5 veces el IPREM.
  4. Discapacidad: 2 ptos si el discapacitado es el alumno, 1 pto si son los padres y 0.5 si es un hermano.
  5. Familia numerosa o monoparental: 2 ptos.
  6. Padres o tutores legales que trabajen en el centro educativo: 3 ptos.
Los factores decisivos son vivir en la zona de influencia y tener hermanos matriculados en el colegio. Aparte de estos dos factores, se da preferencia a las familias con bajos ingresos, con algún miembro discapacitado y circunstancias especiales (numerosa o monoparental). Por tanto, en caso de hallarse un colegio concertado en la zona, son estas familias las que, si así lo desean, dispondrán de mejores opciones. 

En segundo lugar, a la enseñanza concertada se le impide crecer. Por cuestiones meramente políticas, los colegios concertados no pueden aumentar el número de unidades, si acaso perderlas. De hecho, cada año miles de niños deben escolarizarse en centros públicos porque no obtuvieron plaza en el colegio concertado que solicitaron (enlace). Todos los años, cientos de familias se ven obligadas a reclamar por vía judicial su derecho constitucional a la libre elección de centro. Y todos los años, las aulas de los colegios concertados superan con creces la ratio teórica de 25 alumnos. Pongamos un ejemplo. Supongamos que en un determinado distrito con colegios públicos y concertados experimentó un fuerte ascenso de población inmigrante y hubo que aumentar el número de puestos escolares. Los colegios públicos incrementaron el número de unidades para acoger el exceso de niños, mientras que a los colegios concertados se les dejó como estaban. Por tanto, esas mismas decisiones políticas que acotan a la Concertada en beneficio de la Pública son las que han llenado sus aulas de inmigrantes. Y esto en sí no es positivo ni negativo... si no fuera porque la política nunca va por delante de las necesidades. Debe presentarse el problema y movilizar a la población afectada para que, entonces, los políticos consideren actuar. La triste realidad es que la escuela pública y concertada no ha dispuesto de los medios necesarios para atender a esta nueva población.

Por último, en la práctica, en las ciudades la población se agrupa en función de su poder adquisitivo. En la primera década del nuevo siglo vimos como determinados barrios acogieron la mayoría de la inmigración. Los colegios públicos o concertados de estas barriadas abarrotaron sus aulas con los recién llegados. Políticamente correcto o no, la realidad es que la población autóctona se fue desplazando a otros lugares. Y cuando no les fue posible (¿Recuerdan los precios de la vivienda hace unos años?) buscaron en los alrededores nuevos colegios. Las ideologías quedan al margen cuando se trata de los hijos (enlace). Así, ciertos colegios públicos y concertados experimentaron un aumento de la demanda autóctona, en perjuicio de otros centros. Colegios que años atrás no cubrían todas las plazas ofertadas, simplemente por un envejecimiento natural de su área de influencia, recibieron solicitudes de familias españolas residentes en zonas limítrofes que huían de los centros educativos de su barrio.

En conclusión, desde el año 1997 la población en España ha crecido en varios millones de personas debido a la inmigración. Esto ha conllevado un aumento de plazas escolares, que han caído enteramente en el terreno de la Educación Pública. La mayoría de la población inmigrante se ha escolarizado en este tipo de Centros. Durante todo este tiempo, Pública y Concertada se han regido por los mismos criterios de admisión de alumnado. 

4 comentarios:

  1. Ambos tipos de centro se rigen por los mismos criterios pero hay una barrera de entrada
    que sirve de selección previa. Los padres
    con menos recursos, muchos inmigrantes entre ellos, no pueden costear gastos adicionales como el uniforme.

    En cuanto a las cuotas voluntarias tampoco se las pueden permitir. A mí en un centro concertado me dijeron que si no
    quería pagar el complemento no pasaba nada
    pero el niño iría a "la clase de los aburridos" (literal), donde ellos se limitaban a vigilar.

    Lo que comentas de que se aumentó el número de plazas públicas es correcto, aunque en algunas comunidades , se incrementó fuertemente el número de plazas concertadas. Pero el quid
    no está en el número absoluto de plazas creadas sino en cómo se han distribuido. Los alumnos
    inmigrantes no se han distribuido homogéneamente entre los centros públicos y los concertados.

    De acuerdo con que la población no se distribuye
    por igual, especialmente cierto en ciudades grandes como Madrid o Sevilla. Sin embargo
    en poblaciones que han crecido mucho, y por cuyo tamaño tiene distrito escolar único y por tanto los puntos por proximidad no son determinantes, la distribución sigue sin ser homogénea. La distorsión la provoca el factor
    económico.

    Si todos se rigen por los mismos criterios,
    ¿por qué los inmigrantes prefieren centros públicos?. No creo que les importe menos la
    educación de sus hijos. Cuando primaba
    más el criterio de renta, si hubieran preferido concertado habrían entrado con más facilidad.

    Como nota final, en los próximos años veremos
    como el número de inmigrantes desciende tanto
    en centros concertados como públicos. Una pequeña parte se puede atribuir al retorno de éstos a sus paises, la mayor parte a la progresiva obtención de la nacionalidad española.

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    1. Me parece vergonzoso lo que te dijeron en ese colegio concertado. Nunca debe discriminarse a un alumno, y menos aún por dinero. La concertada, en su conjunto, sufre problemas de financiación, dramáticos en algunos casos. La subvención de la Administración, y así lo reconocen las autonomías, no cubre el 100% de los gastos y es menos de la mitad que en la pública. Pero estos comportamientos son injustificables. A veces la prensa recoge noticias de algunos centros que actúan de esta manera. Lamentablemente, estos casos perjudican la imagen del conjunto.

      Ciertamente, el 80% de los inmigrantes se acumula en la escuela pública. No he encontrado ningún estudio, avalado con datos estadísticos, que analice las causas de este desequilibrio. Algunos estudiosos apuntan a que inmigrantes musulmanes no desean colegios católicos para sus hijos; otros sugieren que la Concertada filtra a su alumnado. Personalmente, me gustaría que el INE y/o el Ministerio de Educación indagaran sobre la verdad en este asunto.

      En mi opinión, la educación debería ser totalmente gratuita. Creo que lo mejor sería entregar a las familias un cheque por el valor de la educación de sus hijos y que éstas optaran libremente por el centro escolar de su predilección. Los colegios tendrían la obligación de ceñirse a la cuantía del cheque, el cual debería cubrir todos los gastos posibles, incluidos libros, ¿Sabes que en mi ciudad una plaza escolar en un colegio bilingüe totalmente privado (no concertado) cuesta al año 4.500 €, en un colegio público 5.000 € y en un concertado 2.500 €?

      La realidad que yo vivo como docente de la concertada es muy distinta. Somos como cualquier otro colegio, sin cuotas de ningún tipo, y en nuestras aulas se refleja la diversidad de nuestra zona. Sería un error generalizar a partir de mi experiencia; espero que tampoco se haga extensible al conjunto de la concertada el comportamiento ominoso de algunos centros.

      Muchas gracias por tu participación.

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  2. Sí, lo de ese colegio fue vergonzoso, pero lamentablemente no fue un caso aislado. Hechos parecidos han ocurrido en colegios que pertenecen
    a la misma empresa. Son colegios que han comenzado a funcionar recientemente y sospecho que deben estar deseosos de recuperar la inversión.

    Respecto al desequilibrio en el reparto del alumnado inmigrante, o
    generalizando de poca capacidad económica, está claro que el baremo
    no influye. En tu centro no se cobrarán cuotas pero en los que
    yo conozco es lo habitual, aunque varía de 40€ en un centro más o menos consolidado, de toda la vida, y los 100-150 de los nuevos.

    Ese es el factor determinante, el económico, no el cultural, social o religioso aunque está claro que los alumnos musulmanes no optarán a centros católicos. Los alumnos extranjeros que te puedes
    encontrar en un centro concertado, al menos en mi zona, proceden
    de familias que pueden permitirse el gasto mensual que representa
    escoger ese tipo de centro. Por ejemplo, inmigrantes que llegaron
    hace años y tienen algún negocio propio.

    El INE va a poder hacer poco para indagar al respecto porque sinceramente creo que no interesa y menos al gobierno actual.
    Además, tal como te comentaba, los inmigrantes se van nacionalizando y computan como nacionales en las estadísticas.

    Por otro lado, respecto al coste de las plazas escolares, en
    las cifras que das, la diferencia entre privada y pública no es tanta como cabría esperar. En cuanto a una plaza concertada, su coste para el estado es 2500€, pero el coste total se reparte entre padres y administración, podríamos asimilarlo a un copago. Esa es la razón de que cuesten menos al estado las plazas concertadas. El gasto total por plaza, se aproxima al centro privado.

    Conozco a gente que tiene relación con la enseñanza privada y
    consideran que su verdadera competencia, que además opinan que
    es desleal, son los centros concertados no los públicos especialmente en algunas zonas con un nivel socioeconómico medio,
    medio-alto.

    Respecto al cheque dudo mucho que disminuyera el gasto en educación como defienden algunos, y que permitiera una educación totalmente gratuita.

    Si tomamos como referencia el coste de la plaza privada, y eliminamos a los alumnos con necesidades especiales para igualar
    a la baja el coste de las plazas, el cheque debería ser al menos
    de 4500€. Es decir, que el coste de las plazas concertadas que asumen las familias pasa al estado. El gasto en educación sube.

    Por otro lado, los centros privados o concertados no dejan de ser
    negocios con el más que legítimo objetivo de obtener beneficios.
    Obligar a los centros no públicos a ceñirse al cheque podría ser
    hasta ilegal, no se pueden fijar los precios de esa forma. Además,
    al final se buscarían otras formas de cobro y volveríamos a las
    barreras económicas.

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    1. El problema, en mi opinión, radica en el sistema "perverso" de financiación. La ley establece que debe ser gratuita, pero los conciertos sólo cubren, en el mejor de los casos, el 80% de los gastos; es decir, la Administración condena a estos centros a un déficit permanente. Los datos (del INE) puedes encontrarlos en otra entrada: el negocio de la concertada.

      Algunas autonomías, además, son malas pagadoras. Los retrasos en los pagos, ¡de años! (a la institución donde trabajo le deben dinero desde 2008), obligan a pedir préstamos bancarios de cuyos intereses no se hace cargo la Administración. En otras palabras, los centros concertados están subvencionando la educación de este país, al menos en Andalucía y Cataluña. Esta situación no es justa y obliga a muchos centros a buscarse la vida como pueden. Como ya dije, soy partidario de que la educación sea completamente gratuita, pero si no se financian las plazas escolares suficientemente y, para colmo, se cobra tarde… muchos centros están al borde de la quiebra, intentando sobrevivir. Esto no es justo, ni para los colegios ni para las familias que optan por ellos.

      Respecto al INE, se tomó la molestia de indagar en los balances de los colegios concertados. Los resultados están en la entrada que te he mencionado. Averiguar la motivación de las familias que optan por centros concertados le llevará mucho menos esfuerzo.

      Aunque el tema económico lo trato en otra entrada, te daré algunas cifras. Según el INE, el coste promedio de una plaza concertada (gastos entre número de alumnos) es de 3.631€. La comunidad más barata, Andalucía, gasta 5.000 € por alumno. En esta cifra sólo se incluye gastos directos en la enseñanza obligatoria; es decir, no tienen en cuenta transporte, comedores, extraescolares, administración, compensatoria, educación especial, educación de adultos, etc… Pero la de la concertada sí lo incluye casi todo (excepto actividades extraescolares, comedor y transporte). Hay una diferencia bárbara en la financiación.

      En mi opinión, la privada no tiene nada que temer de la concertada. Sus alumnos poseen un poder adquisitivo muy superior a la media. Podría decirse que no pescamos los mismos peces.

      El cheque, junto con la libertad de elección que conllevaría, sí cambiaría las cosas. Permitiría un modelo justo de financiación y LIBERTAD real para escoger el colegio que cada uno quiera. La única condición: coste 0 para las familias.

      Por último, un colegio concertado es mucho más que un negocio. Si yo tuviera algunos millones de euros, que es lo que puede costar la compra de un colegio, te garantizo que invertiría el dinero en otro lado (en la época del ladrillo hubiera tirado el colegio para hacer pisos :D). El dueño de un colegio concertado puede ser una persona, una sociedad o una fundación sin ánimo de lucro. Los primeros suelen buscar autoempleo, mientras los últimos no pueden ganar nada. Se trata de ofrecer una educación en valores (habitualmente cristianos) a las familias. En este país hay diversidad de creencias y un sector del mismo las ve reflejadas en este tipo de colegios. Muchos de estos centros, además, nacieron tras la postguerra con una vocación de ayudar a las clases humildes del país y, como el mío, se hayan en zonas periféricas o deprimidas.

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