jueves, 23 de agosto de 2012

EL SISTEMA EDUCATIVO FINLANDÉS

"Hay un país donde los estudiantes comienzan el colegio a una edad más tardía, reciben menos clases, disfrutan de 3 meses de vacaciones en verano, pasan menos tiempo al día en la escuela, apenas tienen deberes, casi nunca son examinados...
Hay un país donde los maestros son profesionales respetados, rápidamente encuentran trabajo, raramente son evaluados, poseen sueldos medios, están fuertemente unidos...
Hay un país donde la escuela recibe fondos modestos, desarrolla sus propios currículos, investigan y desarrollan nuevas tecnologías, no tiene agujeros en sus logros y no abandona a ningún alumno...
Este país se sitúa a la cabeza del mundo en casi todas las evaluaciones. Bienvenidos a Finlandia."


Así comienza el reportaje The Finland phenomenon: Inside the World's Most Surprising School System, ¿No les gustaría un colegio así para sus hijos? ¿No les gustaría trabajar en un sistema educativo como éste?


Según PISA, las claves del éxito del sistema educativo finlandés son cuatro:
  1. Acceso equitativo a una enseñanza de calidad entre alumnos de diferentes procedencias familiares, regionales e idiomas. La escuela proporciona una igualdad real de oportunidades, es clave en el estado de bienestar y ayuda a disipar posibles tensiones sociales.
  2. Alto nivel de preparación y prestigio social del profesorado. La dificultad para acceder a estos estudios está al nivel de, v.gr., Medicina en España. Sólo los mejores acceden y superan los filtros. La figura del profesor es admirada y respetada.
  3. Atención especial para alumnos con problemas de aprendizaje o capacidades diferentes, desde el mismo momento que se detectan. Estos alumnos suelen ser atendidos dentro del aula por un profesor de apoyo, lo que permite que el alumno no se rezague y el grupo avance.
  4. Principio de educación continua, no dirigida a la evaluación. Se trata de una educación para la vida y de una educación donde los alumnos desempeñan un papel activo. Junto a las materias ordinarias, los alumnos tienen cocina, jardinería, limpieza, ...
Según Tony Wagner, miembro de Educación en Innovación del Centro de Tecnología y Espíritu Emprendedor de Harvard, el sistema educativo finlandés se halla fundamentado en cuatro pilares: la confianza, la transparencia, el respeto y el incentivo a pensar más allá de memorizar.


Financiación

La Escuela Básica Obligatoria es totalmente gratuita. Eso incluye la atención sanitaria, el almuerzo (todos los niños comen en la escuela), el transporte escolar, libros y material de trabajo. Los fondos proceden al 50% entre el Estado y el municipio. Los finlandeses pagan impuestos tanto al uno como al otro. Los propios colegios gestionan autónomamente sus presupuestos y desarrollan los currículos, de modo que no son meros ejecutores de los planes impuestos por el gobierno regional o local. El Estado sólo establece unas directrices generales.


Preescolar

Comienza a los 6 años y dura sólo un curso. Antes de esta edad, los niños están a cargo de jardines infantiles o cuidadores. Esta fase no es escolar, por lo que no hay evaluación formal. Se potencia que el niño juegue, madure y haga ejercicio. No se les enseña a leer o escribir hasta los 7 años.


Escuela Básica Obligatoria

Dura 9 cursos, con posibilidad de un curso adicional para alumnos que no hayan adquirido la formación suficiente. Comienza a los 7 años y termina a los 16-17 años. Esta etapa, como ya se comentó, es totalmente gratuita. La ratio está en torno a 20 alumnos por clase y se establece un máximo de 24 alumnos. Según Eurostat, hay 10 alumnos por cada maestro. En Finlandia consideran que la ratio es uno de los factores determinantes de su éxito.
Un único maestro se encarga del grupo durante los 6 primeros cursos, procurando que sea el mismo durante todo este tiempo. Además, el colegio cuenta con profesores de apoyo, psicólogos y educadores sociales que prestan ayuda a los alumnos con problemas de aprendizaje o capacidades diferentes.
Durante los 3 últimos cursos, desde los 13 hasta los 16 años, hay un profesor por materia, tal y como sucede en la Secundaria española.
El sistema educativo finlandés trata de anticiparse a la repetición de curso. La divisa es prevenir antes que curar y la atención al alumnado con dificultades es precoz y continuada en el tiempo. Cuando un alumno no consigue los objetivos, se le pone una tarea extra que realiza durante el siguiente curso con el profesor de apoyo. Al final del noveno curso, un 8% de los alumnos cursa 10º. Se trata de un curso adicional para terminar de completar su formación. El abandono escolar en esta etapa es inferior al 1%, muy lejos del 28% de España.
La escuela finlandesa posee gran capacidad de adaptación al medio. Los chicos y chicas suelen ir al colegio más cercano.  Se procura la participación de las familias en los actos que celebra el colegio. Suele haber una comunicación fluida y estrecha entre el maestro y la familia. En los barrios de inmigrantes, se facilita la adaptación de estos a la cultura finlandesa. De hecho, los alumnos suelen recibir la mitad de las clases en su lengua nativa. Los resultados en los barrios inmigrantes son los mismos que en el resto del país, aunque exige una mayor inversión económica. Así, la escuela se presenta como un elemento de equilibrio en la sociedad.
El estudio de idiomas es un valor en la educación. Al final de la etapa obligatoria, los alumnos hablan finés, sueco e inglés. También se da gran importancia a la Música, la Pintura y el Deporte, pues se trata de desarrollar la creatividad de los alumnos. Pero si algo caracteriza al finlandés es su afición a la lectura.


Formación profesional

Es la opción por la que se decanta el 41% del alumnado. Esta etapa educativa, de 3 años de duración,  goza de prestigio en Finlandia y, cómo puede apreciarse en la imagen, permite acceder al bachillerato y a la universidad. Incluso cabe la posibilidad de estudiar conjuntamente bachillerato y FP en 4 años. Se accede en función de las calificaciones o superando una prueba de acceso.
La formación es teórico-práctica. Está muy ligada a las empresas y hay periodos de prácticas en ellas.


Bachillerato

Acoge al 50% del alumnado. Consta de asignaturas obligatorias, aplicadas y especializadas. Carece de itinerarios fijos, por lo que el alumno diseña su propia formación.
Al final de este periodo, los alumnos deben superar un examen para obtener el título de bachiller.
El acceso a la universidad se logra superando las pruebas de acceso que cada una de ellas realiza. Es típico que los alumnos pasen uno o dos años preparándose para ello.


Profesorado

Es una profesión con alto prestigio social y una remuneración atractiva (3.400 €/mes). Los sueldos no están al nivel de la empresa privada pero permiten vivir con holgura. De hecho, cada año se presentan a los exámenes de selección de Magisterio unos 1.500 bachilleres para cubrir alrededor de 130 plazas.
La formación del profesorado es extensa tanto en la teoría como en la práctica. Se trata de formar profesores reflexivos con mucha responsabilidad, que también sean investigadores capaces de tomar decisiones autónomas. No requieren que nadie les controle su forma de enseñar.
En su etapa universitaria, los profesores que imparten en los primeros cursos de la Enseñanza Obligatoria estudian principalmente Pedagogía y se especializan en algún otro área; mientras que los que imparten en los cursos altos de la Obligatoria y post-obligatorios, estudian la materia de su especialidad. También se forman durante 1 ó 2 años en Pedagogía.
Como sucede en España, los profesores en activo deben estar formándose continuamente, para lo que dedican entre 10 y 20 días al año en Finlandia. Los cursos de formación son costeados por los colegios. 


Éxito en el trabajo del profesor

Según Emilia Ahvenjärvi, especialista en Educación de la Embajada Finlandesa, ello se debe a que en su país se reconoce el papel clave del profesor en la enseñanza. Los maestros y profesores influyen directamente en el diseño de los planes de enseñanza y en los contenidos de las clases. En Finlandia, la Pedagogía se centra en el alumno. El aprendizaje es descubrimiento y los maestros son guías de trabajo que ayudan y apoyan al alumnado en esta tarea. Las evaluaciones son estimulantes y se procura orientar en lugar de criticar.
Además, en su país hay una cultura basada en la confianza y no en el control. No hay una evaluación regular de los profesores ni supervisión. Los horarios no lectivos son flexibles, la única obligación es enseñar. En Finlandia, la jornada semanal del profesorado es de 20 horas lectivas. Tras cada clase hay un periodo de recreo en el que se sale al patio, de modo que, de cada hora, 45 minutos son lectivos y 15 de descanso.



Fuentes
- Conferencia La educación en Finlandia, por Emilia Ahvenjärvi, Especialista en Educación de la Embajada de Finlandia.
- El sistema educativo finlandés (1) (2) (3). Reporteros TV.
- The Finland phenomenon. Documental.




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